5 técnicas sencillas para la Diálogo constructivo
Cuando nos involucramos en la audición activa, dejamos a un ala nuestras distracciones y prejuicios, evitando la tentación de interrumpir o saltar a conclusiones precipitadas. Nos esforzamos por crear un espacio seguro y hospitalario donde la otra persona se sienta escuchada y comprendida.
Diferencias culturales: Las diferentes perspectivas y tradiciones pueden aguantar a malentendidos si no se tiene en cuenta la desemejanza cultural.
Prejuicios personales: Muchas veces nos cuesta escuchar a personas que piensan diferente a nosotros, sin embargo sea en tema de valores, política o gustos. Y esto es una barrera importante si queremos desarrollar la escucha activa.
Requiere respetar las diferencias con el otro y entender conservarse a acuerdos comunes. Implica trabajar conjuntamente por la relación, es asegurar “comprometerse” con ella.
Muchas veces tratamos de apoyar conversaciones en el estado mental equivocado, aunque sea muy alterados o muy cansados, con miles de distracciones en la habitación, dando vueltas a una idea en nuestra mente, etc.
Adaptar el mensaje al público: Conocer las características del receptor y ajustar el contenido de acuerdo a ello.
Si por timidez o pudor te cuesta mirar a la cara a tu interlocutor, al menos dirige tu examen en la dirección en la que esté su cara. Poco a poco te resultará más natural hacerlo.
El almacenamiento o ataque técnico es necesario para la finalidad legítima de juntar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Contexto. Es la situación en la que el emisor transmite su mensaje y en la que el receptor lo recibe.
Economiza el uso del jerigonza. Permite transmitir ideas, opiniones y creencias de forma sencilla, sin rodeos y sin desperdiciar tiempo o tener que realizar aclaraciones constantemente.
En primer emplazamiento debemos estar concentrados en la situación que está teniendo lado. Para ello debemos centrar nuestra atención en el momento presente y la persona que tenemos delante.
Puedes mejorar la audición activa enfocándote completamente en la persona que acento, evitando interrupciones y haciendo preguntas para clarificar dudas.
Cuando una persona no te mira a los ojos el mensaje que transmite con su jerigonza corporal es de desinterés o de aburrimiento.
Y es que todo lo que hemos indicado arriba servirá de muy poco si, a pesar de haber escuchado y entendido la conversación, nos mantenemos inflexibles click here o nos mostramos intransigentes.